Encontré esta fábula en uno de mis disco duros de hace más de diez año y pues me pareció tan buena como la primera vez que la leí. Ahora la comparto con todos...
Un señor va de cacería al África y se lleva su perrito para no sentirse solo en ese lugar. Un día ya en la expedición, su perrito, correteando mariposas se aleja del grupo, se extravía y comienza a vagar solo por la selva.
De pronto (el perrito) se percata que a lo lejos viene una pantera enorme a toda carrera. Al ver que la pantera se lo va a devorar, piensa rápido qué hacer. En eso ve un montón de huesos de un animal muerto y empieza a mordisquearlos. Entonces, cuando la pantera está a punto de atacarlo, el perrito dice: “¡Ah!, ¡qué rica pantera me acabo de comer!”
La pantera lo alcanza a escuchar y frenando en seco, gira y sale despavorida pensando: “¡Quién sabe qué animal será ése, no me vaya a comer a mí también!” Mientras un mono que andaba trepado en un árbol cercano y que había visto y oído la escena sale corriendo tras la pantera para contarle como la engañó el perrito: “Cómo serás de idiota, esos huesos ya estaban ahí, además es un simple perro de eme.”
De alguna manera el perrito alcanzó a darse cuenta de la jugada del mono metiche, cabrón y soplón. Después que el mono le contó a la pantera la historia de lo que vio pasar, ésta última muy arrecha le dice al mono: “¡Súbete a mi espalda, vamos a donde está ese perro a ver quién se come a quién pues!” Y así salieron corriendo a buscar al perrito.
El perrito como era atento y cauteloso, ve desde lejos que venía nuevamente la pantera, pero esa vez, además con el mono chismoso sobre el lomo. “¿Y ahora qué carajo hago?” pensó todo asustado el perrito.
Entonces, en vez de salir corriendo, se queda sentado dándoles la espalda como si no los hubiera visto venir, y en cuanto la pantera está a punto de atacarlo de nuevo, el perrito dice: "¡Este mono hijo de perra!, hace como media hora que lo mandé a traerme otra pantera y todavía no aparece!"
La moraleja:
"En momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento".
Entonces:
Procura ser creativo como el perro, evita ser tan pendejo como la pantera cojuda, pero nunca seas tan hijo de perra como ese mono (re-csm).
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