Edna Ferber, ganadora del premio Pulitzer, murió a los 82 años de edad, nunca tuvo hijos y no se le conoce que hubiera tenido alguna clase de relación conyugal; sin embargo, ella escribió novelas monumentales que han hecho posible el montaje de obras de teatro que aún se siguen produciendo en nuestros días, como es el caso de "Showboat" o "bote de espectáculos"; además Las obras de Edna Ferber se llevaron también a la pantalla gigante teniendo todas ellas muchos éxitos.
Pues ya está, escribo en tributo a Edna ya que pocos son los que la recuerdan y; este homenaje "viene" por muchas partes, pero “descansa” más que nada, en tres aspectos que yo he podido rescatar desde adentro de la extensa obra de esta autora. Son recuerdos resaltantes que me han impactado de manera muy especial en mi vida, los explico: Primero, su novela "Cimarron" cuya adaptación al cine ganó el Oscar a la mejor película para los años 1930-31. En aquella época Estados Unidos vivía una aguda depresión, algo parecida a nuestros días; la taza de desempleo era alarmante y las ollas eran comúnmente comunes, no obstante, invirtieron 1.5 millones de dólares que para esos tiempos fue una suma exorbitante. De cualquier forma, es en el protagonista de "Cimarrón" en el cual yo me concentro, Yancey Cravats, el cual evidentemente es expuesto tanto en el libreto como en la novela original como el agente del bien, es él quien encarna nada menos que al legendario abogado y pistolero, que en vida se llamó Temple Houston, un hombre que se dedicó a la búsqueda de la justicia social por esos sitios de Osage en Oklahoma, en los tiempos en los que se desarrolló una fiebre desmedida por la tierra Cheroqui en los turbulentos años "[19]20s"; entre individuos y ante circunstancias muy temibles, Yancey, defendía los derechos de los miembros de las comunidades y pueblos originales de América en equel lejano, ajeno, y salvaje Oeste ecuestre y silvestre, más precisamente los de la Nación Cheroqui.
Dr. Temple Houston, fue muy educado, parece ser que sabía hablar francés, castellano y varios dialectos de las naciones origianrias de América.
TúTubos del film "Cimarrón"
Me pregunto ¿Cómo es que la imaginación de una mujer pudo captar la importancia de algo tan olvidado como la defensa de los derechos de la gente originaria de América y por consiguiente la gente más marginada del mundo? Tal vez la repuesta sea por su mismo origen étnico. Ella fue hija de un judío nacido en Hungría, un comerciante inmigrante, que ella retrataría por medio de aquel personaje "Levy" en la susodicha obra. Edna, siendo mujer tuvo la sensibilidad necesaria para percatarse de la desventura de los pueblos que originalmente habitaron antes que nadie la tierra norteamericana. (Ya ni hablar de lo que pasó [y pasa] más abajo del continente ) y así ella escribió una novela que remeció, en unos momentos económicamente depresivos, la conciencia de los que en esos tiempos pudieron leer esa novela o vieron un poco más tarde su versión llevada al cine. Pero el mensaje pasó casi desapercivido hasta los 60’s, año en que se convirtió en "el movimiento del los derechos civiles" en los Estados Unidos de Norteamérica, para muy poco después ser sepultados de nuevo por la imbecilidad de un gobierno radicalmente inútil y nocivo, no sólo para los americanos pero para todo el resto del mundo entero, como el de los 8 años de la "misadministración" de George W. Bush.
Pero volviendo a Edna Ferber, la segunda cosa que he recalcado sobre ella, dentro de una amalgama extraordinaria de contribuciones, es otra película basada también en su obra. Ese film cuenta con la actuación del otrora aclamado y desaparecido actor, James Dean, y esa "cinta" fue enrollada con el nombre de "Gigante", es decir ni le tuvieron que cambiar el nombre pues la película lleva el mismo nombre que el de la obra de Edna. La novela, como el film, relata la historia de como a menudo simples rancheros texanos se convierten en magnates petroleros. Edna también revisa dentro de esta novela, el racismo latente contra los decendientes Mexicanos en Texas. James Dean [Jeff en la película ] de actuación notable, moriría en un accidente automovilístico antes del estreno. El Film se ha convertido en una bola de cristal, pues "epitomiza" y "predice" a la familia Bush de muchas maneras muy pero muy similares.
La última Escena de Gigante, James Dean as "W"?
El tercero y último gran detalle que siempre recuerdo de Edna Ferber, es la creación de esa gran novela, "Showboat", que eventualmente fue llevada, primero al teatro en forma de una obra musical y; después por sus éxitos, puesta en las pantallas de los cines varias veces. Yo la vi por primera vez en la televisión. Demás está mencionar como me impresionó. Aquel ambiente que muestra, el lujo de aquel bote en contraste con lo acuático de aquel colorido de esa peculiar naturaleza del rio Mississippi, y la violenta como amarga segregación racial. Cómo me gusta oír cantar a ese fenómeno, un genio, el actor afroamericano de gravísima voz, Paul Robeson actuando como "Joe". Robenson de única voz interpreta uno de los temas principales del musical, "Ol' Man River" ( El Viejo Río). Es para mí como un himno. Eso de comparar, con la letra de la canción, al cauce del río Mississipi con la actitud que debe tener un hombre ante sus adversidades y apesar de ellas sequir adelante hacia el mar o sea su meta. Creo que el coro traducido dice algo como: "El viejol río, que el viejo río, él tiene que saber algo, mas no dice nada, él sólo permanece rodando solo, él sigue sobrerodando solo...” [La letra completa en inglés para que acompañemos al Sr. Paul Robenson en ese su canto de libertad, aquí en este artículo pero después de su "Tútubo".]
"Pasajes de Showboat"
Ol' Man River zz
(Jerome Kern - Oscar Hammerstein II)
Dare's an ol' man cal'd de Mississipi
Dat's de ol' man dat I'd lek to be
Whot does he care
iv de world gets trauble
Whot does he care iv de land lev's free.
Ol' man river,
Dat ol' man river
He mus'know sumpin'
But don't say nuthin',
He jes'keeps rollin'
He keeps on rollin' along.
He don' plant taters,
He don't plant cotton,
An' dem dat plants'em
is soon forgotten,
But ol'man river,
He jes keeps rollin'along.
You an'me, we sweat an' strain,
Body all achin' an' racket wid pain,
Tote dat barge!
Lif' dat bale!
You gits a little drunk
An' you lands in jail.
Ah gits weary
An' sick of tryin'
Ah'm tired of livin'
An' skeered of dyin',
But ol' man river,
He jes'keeps rolling' along.
[Colored folks work on de Mississippi,
Colored folks work while de white folks play,
Pullin' dose boats from de dawn to sunset,
Gittin' no rest till de judgement day.
Don't look up
An' don't look down,
You don' dast make
De white boss frown.
Bend your knees
An'bow your head,
An' pull date rope
Until you' dead.)
Let me go 'way from the Mississippi,
Let me go 'way from de white man boss;
Show me dat stream called de river Jordan,
Dat's de ol' stream dat I long to cross.
O' man river,
Dat ol' man river,
He mus'know sumpin'
But don't say nuthin'
He jes' keeps rollin'
He keeps on rollin' along.
(Long ol' river forever keeps rollin' on...)
He don' plant tater,
He don' plant cotton,
An' dem dat plants 'em
Is soon forgotten,
but ol' man river,
He jes' keeps rollin' along.
(Long ol' river keeps hearing dat song).
You an' me, we sweat an' strain,
Body all achin an' racked wid pain.
Tote dat barge!
Lif' dat bale!
Git a little drunk
An' you land in jail.
Ah, gits weary
An' sick of tryin'
Ah'm tired of livin'
An' skeered of dyin',
But ol' man river,
He jes'keeps rollin' along!
Yo que soy del distrito del Rímac, de las tres veces coronada ciudad de Lima, capital del Perú, siempre me iba solo por/a todo lo largo del río Rímac, me gustava mucho la parte ubicada entre Ňana y Chaclacayo. Cómo me divertía corriendo a toda velocidad entre las piedras de "canto rodado", como las llamaba mi querido padre, que en paz descanse. Justamente fue él, quien me enseñó el truco de como correr entre las piedras de los ríos y lo divertido como peligroso que ello resultaba. Nunca me caí, pero sí desarrollé muy buena coordinación que aún conservo hasta estos días. Siempre, entre ese sol de Chaclacayo y Ňana; verdaderamente son sitios paradisiacos. Algunas veces me aventuraba hasta Chosica, inclusive a los valles de Santa Rosa de Quives. Me acuerdo que cuando cumplí los trece, emprendí mis famosos viajes “a dedo” portando mi mochila verde, yo iba rumbo a la sierra andina, o a la Amazonia peruanas; pero esos viajes ya son otra “Ayahuasca”, quiero decir otro tema.
En esos tiempos, entre mis andanzas, yo muy a menudo me acordaba de la fortaleza de los protagonistas de aquellas obras que escribió Edna Ferber, pero nada conocía de ella ni siquiera su nombre, es más, yo no me imaginama quien pudiera haber sido el autor, ni mucho menos acerca de la clase de vida que pudo haber tenido, entonces de Edna sólo me enteré casi sin querer cuando vine a esta ciudad de Nueva York.
Lo único que me queda y resta ahora es darle las gracias con este mi pequeño y humilde tributo. Gracias Edna por mostrarme los caminos que hay que saber tomar por aquellos cauces de aquellos ríos que nos entrega siempre la vida, todos ellos muy vertiginosos, caudalosos, y peligrosos. Pero mi querido bloglector, yo no me quede contento con solamente escribirle las gracias a Edna aquí, también la visité, y encontré el lugar que fue su hogar por 6 años en la ciudad de Nueva York, en la calle 65 y la avenida "Central Park West". Ella vivió allí entre los años 1923 a 1929. Así pude leer la placa que conmemora la existencia, y obra de Edna (véase en la parte superior de este artículo).
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