Mario Vargas Llosa cuando era un cadete Del Leoncio Prado,
Experiencias desde las cuales escribiría su primera novela, "La Ciudad y Los Perros" (1963)
Carajo creí que por esos gajes de mierda que tiene el destino que no se lo darían nunca, pero cuando leí "El Paraíso en la Otra Esquina" en España, me quedé completamente convencido que él se lo merecía, y que tarde o temprano así tenía que ser... que El Perú merecidamente tendría algún día también un Premio Nobel.
EL novelista firmando autógrafos |
Flora Tristán abuela de Paul Gauguin |
Paul Gauguin |
Todo lo que escribió Mario en esa novela está oleado, sacramentado y bien documentado, o sea es fidedigno, pero de esas vidas absolutamente reales, Mario crea otra realidad más profunda e insospechada presentándonos - ya lo he escrito - en segunda persona - a dos almas en pos de un mundo mejor. Cuando escribió esta novela, ya no contó cuentos solamente, él pintó con estilo propio cuadros, narró hazañas verosímiles, hilvanó en filigrana la esencia humana desde la misma alma de aquellos dos seres mutualmente fraternos que se enredan de muchas modos y por muchas razones con la historia del mismo Perú.
Consecuentemente, habría sido una injusticia esperar más, yo lo estimaba ya como un abuso de la academia. Siempre nos preguntábamos en la escuela, allá por los setenta, ¿ha pasado otro año más y cuándo carajo se lo van a dar? Al fin él se fue para España, y viviendo su propia novela, se sentó, y se sienta todavía en una de las prestigiosas curules de la Real Academia Española. Perdiendo las elecciones Mario también hizo teatro en Madrid, su última obra la que él personificó, “Las Mil y una Noches.” Nosotros, no nos olvidamos de Mario, ni del puñetazo legendario que le propinó con toda soledad en las literarias "cienes" (sienes) de aquel otro premio Nobel, Gabriel García Márquez.
Pasaron los inexorables años y en el dos-mil ya no nos preguntábamos, por el Nobel, nos consolábamos con entender que aunque Mario se lo merecía, injustamente, no sería jamás reconocido con ese premio. De todas maneras nos acongojábamos, sabiendo que Mario como a Chocano lo respetaban mucho en España, y así lo "abrazaron" de alguna forma en Madrid, cuando le dieron El Premio Cervantes de Literatura(1994) y anteriormente, el Premio Planeta (1993) “El Premio Príncipe de Asturias de las Letras” (1986), claro en el Perú también lo reconocieron, ya en el año 1967 por “La Casa Verde” con “El Premio Nacional de la Novela Peruana,” en el mismo año y por la misma obra, él obtiene “El Primo Rómulo Gallegos.” Tal vez su éxito más resonante es “La Ciudad y Los Perros,” su primera novela con la que gana “El Premio Biblioteca Breve” de la editorial Seix Barral (ahora pertenece al Grupo Planeta) en el año 1963. Cabe recalcar, que hasta la fecha ningún otro peruano ha ganado este premio y que aunque Carlos fuentes entre otros lo ganó, “La Ciudad y Los Perros,” siendo la tercera novela desde el inicio, puede hasta hoy en día ser considerada la más importante de todas la que han ganado el susodicho premio. Enterarnos de todo esto era nuestro consuelo, como una victoria pírrica peruana porque Perú ni Mario tenían un Nobel. Pero que íbamos hacer, como que nos acostumbrábamos a la idea, ya la estábamos pasando por mucho tiempo igual. En El Perú tenemos a grandes escritores que a través del tiempo fueron final e internacionalmente reconocidos, son leídos y estudiados en diversas universidades del mundo, por ejemplo: César Vallejo.
Ahora sólo nos queda humildemente gritar a todo pulmón, ¡Arriba El Perú Carajo! Como sea Mario Vargas Llosa, escribe, con algunas claras excepciones, más que nada acerca del Perú y es por eso que allí se informa en los medios de comunicación: "El Escritor Peruano gana el premio Nobel de Literatura 2010"...y no se dice que él es de otra parte... no se puede, sería una cojudez, aunque alguien ya tuvo que joder y se soltó con eso que el que ganó era un Colombiano. Es que les da pica y les consume la envidia, pero El Perú se impone.
Eso es lo importante, Mario nace, crece, y escribe cosas y casos...novelas, cuentos, artículos, críticas y ensayos… todos sus textos, afortunadamente son peruanos, no importa el tema que escoja (nada tienen que ver con Quevedo) o cuán lejos éste él del Perú, él es flor de nuestro invernadero. Tampoco importa desde adónde lo haga, lo importante es que siempre la saga deviene por la misma sangre peruana.
El Perú vive en él, dentro de ese Mario escribidor, el que se prende a su tía Julia (Urquidi) y aprende y nos narra sus fracasaos. Su lectura hace revivir al Perú desde sus líneas, y ahora con su Nobel, tan esperado como recontra-merecido, ha caracterizado aún mucho más al Perú, pero dentro de la realidad, porque lo ha puesto muy en alto, con puño, letra, tinta y sangre, con todo su corajudo espíritu.
Como por otra parte, lo deberíamos reconocer más a menudo, Mario lo ha hecho siempre, ha representado muy bien al Perú, ha puesto a nuestra cultura, ahí mismo, en donde siempre ha estado, no sólo por necesidad histórica, pero por su originalidad y por tantas otras cosas bellas y útiles, que desde su territorio han compartido y comparten los peruanos con todo el mundo de una manera muy desinteresada. Allí está ahora, en ese preciso sitial, en el pabellón de las grandes y milenarias culturas civilizadas, la nuestra, entonces hagamos de este momento, otro momento más de orgullo nacional, porque ese Nobel es el patrimonio de cada peruano, pues Mario sólo se nutrió de lo que es más nuestro y lo transcribió ¿O no es así? ¡Viva El Perú Hermanos!
JMK◙NYC◙2010
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