Friday, October 09, 2020
Los Huevos de la Misma Alma
¿El frío? Es una condición más, la cual no me ha venido importando mucho por todos estos años que estado andando por estos lares; estar tranquilo quizás sea lo más importante para mí a estas reblandecidas alturas de mi vida.
¿Pero cómo estar suelto de húmeros, viendo y viviendo tantas cojudeces por aquí?
Entonces, este frío le cala a uno más profundamente los huevos de la misma alma; especialmente, cuando se vive de una forma tan artificial como ésta; claro, sí lo mismo pasa ahora en el Perú y en todas partes del mundo.
El mundo es globalmente "plano" y las memes se crean o inventan, se procesan, se interpretan, se procrean, se recrean, se reproducen y por último joden a todos los habitantes, primero afecta a los conectados y después, se infectan los desconectados por medio de los que parecen saber algo por estar casualmente conectados. Después todos se quedan condenados, enchufados y encadenados.
Sin embargo, pienso que este susodicho estado de "plástico", hipócrita, lleno de chismes, y de carreras de ratas que se da, duele mucho menos cuando no eres tan sensible y vives en tu propia patria junto a tus propias bulliciosas y fastidiosas moscas. Te cuento...
Me he dado la oportunidad de visitar en el hospital a muchos peruanos, algunos de ellos peruanistas, que lo entregaron todo, que trabajaron por sus parientes, semejantes y demás elefantes con denuedo.
Los veía a priori como nuevos lavándose los dientes, comprando ropa, y diciendo siempre que estaban ahorrando dinero para "irse" a visitar el parque de las leyendas. Así mismo los he visto regresar sin un puto sol en los bolsillos, ni en el izquierdo ni tampoco en el derecho, sin espermatozoides también, tanto en el testículo izquierdo como en el derecho; sin ideas, ni en el tallo, ni el tálamo del cerebro. Además, andaban tan ocupados que trajinaban sin importarles nada de política, ya sea ésta de izquierda o de derecha. Eran ceros sin izquierda ni derechas, eran límites sin superficies ni volúmenes, sin embargo eran áreas fértiles para el excremento de sus patrones; de cualquier forma eran carne de cañón, y todo lo hicieron por sus familias. Bueno ese es el cuento...pero en sus casos así fue realmente. Es decir lo que no quisieron hacer en el Perú lo vinieron hacer por acá.
Igual que el Fútbol no hay jugador que le haga caso a un Director Técnico peruano, y por eso se llaman a extranjeros, sin embargo, con un DT Peruano es que le ganamos a Brasil la Copa América del año 1975. Es así y para acá vienen los peruanos y otros "anos" de la América del centro y del sur, y de todos los países del orbe, como si no hubiera otra cosa más que hacer. Pero ya se está yendo, especialmente los que se dan cuenta a tiempo y entienden, que el "negocio" ni siquiera es lo mismo, sino que es uno él que sale siempre perdiendo. Ganen lo que ganen, toquen lo que toquen y digan lo que te digan compadre, siempre salen perdiendo.
Los he ido voluntariamente a visitar a esos hospitales, y me he sentido tantas veces involuntariamente dentro de ellos, me he visto todo positivo a mi mismo vivir negativamente por su dolor y me he perdido en esos momentos crueles de padecimiento por aquellas graves enfermedades terminales que ellos padecieron.
Los he visto con el pecho tocer mierda también y en todas esas oportunidades he mirado alrededor y no he visto o he encontrado a nadie. He preguntado, "¿Señorita, señorita enfermera, me podría decir si alguien ha venido a visitar al señor Fulanito Megano Sutanito? Todos las veces me han contestado, "No, usted ha sido el único, por favor puede usted decirnos si conoce algún familiar de este señor para que firme y así podamos finalmente desconectarlo? Es que ya lleva sufriendo varios meses, y lo más importante de todo es que realmente nesecitamos la mayoría de sus órganos para otra gente que ya ha pagado muy bien por ellos.." CSM pensé ¿Qué mierda es esto?
Los he oído gemir al sentir la miseria que existe en la ausencia de los seres queridos; en sus ojos expecté anonadado los recuerdos vividos de todos aquellos que fueron sus amigos. A todos a los que visité admiré por multiples razones. Fueron mucho mejores que yo, se mantuvieron viajando, yendo y viniendo; conectados con sus familiares y amigos, trabajando a dos tiempos y echando humo, lo hacían con ahínco y amor, para donar y dar lo que obtuvieron a cambio de sus hígados y ríñones.
Los he visto como han muerto sólos y hasta como lo han hecho con la locura más pura. Dicen que la soledad mata pero el desengaño te tortura mucho antes de que te haya terminado por despedazar lentamente.
Un mundo mejor que éste por aquí, en cual parece que se vive “amistosamente,” no solamente tiene que ser posible es dable, justo y necesario, y tiene que existir en algún sitio o hay que hacer un esfuerzo por hacerlo. Pero me recuerda a la "Masa" que nos empastó César Vallejo... y no somos todos y hay muchos a los que les llega al pincho lo que sucede porque se han acostumbrado a vivir así.
En esos nosocomios, y no sé como, me han agarrado con sus manos gélidas y pálidas mis manos vacías y yertas, como tratando de capturar los últimos instantes por donde finalmente se les escapaba sus vidas.
Me han mirado sin tratar ya ni siquiera de disfrazar sus sufrimientos, y en un santiamén han expirado sus todos en mí, muchas veces muchos lo hicieron tirándose un pedo en son de protesta; ¿Qué clase de vida es está? Repito, con tan solo una mirada me describieron su incomprensión total, queja e indignación como quién le mete un patadón a uno diciéndole: ¡Toma por cojudo!.
Lo hicieron como quien expectora su último súspiro en un cántaro lleno de orines, o dentro de una basenica llena de cocodrilos en forma de lágrimas. Si, tal vez, así nos iremos todos los que estamos por ahora transitando por acá, se nos gastarán las ruedas de las eras y pueda ser que de la misma forma ya "usados," y destartalados por "la gusanería" de un ambiente gusanero no podríamos ya más, aunque lo desearíamos con toda nuestras voluntades salir de aquí jamás de los jamases.
De todas maneras, aquellos peruanos que se me fueron poco a poco, fueron métodica y sistemáticamente desmembrados por un sistema hecho a fuerza de números bélicos que les dio a ellos espacio entre alguna célula de una arrecha base de datos, de números inflamatorios, identificatorios, defecatorios, y sicodélicos, por los cuales ellos simbólicamente dieron sus vidas cuasi-inútilmente. Números quantícamente disneylándicos, payasos, crueles, ni-imaginarios, y cabrones.
Ellos, nuestros compatriotas, se fueron sin comprender el porqué de todos los carajos lo que más los inspiraba e imantaba los conducía silenciosa pero galopantemente a su propia destrucción; esa misma perdición corajuda los mataba desde adentro comiéndoles como una bestia sus propias entrañas, ya nos lo decía José Martí ¿Pero quién chucha lo escucha ahora que todos se tuítean?
Se fueron visceralmente sitiendo el desamparo de los desamparados, pero me dejaron impregnado en mi inconsciente, como un tatuaje horroso, la sensación macabra que habitaba en sus pupilas dilatadas por la muerte. ¡Qué curiosa es la vida sobre todo cuando uno muere! ¡Qué espanto les daba volver a la nada! Me decían balbuceando algunas palabras que desfallecían entre sus dientes y yo no entendía para nada.
Sí, ya han muerto, como se acostumbra a morir ahora por acá y por todos lados; ya han muerto, y sus muertes son extremadamente muy especiales para mí... no tienen ni placas, ni lápidas, ni hubo plañideras ni menos despedidas o las usuales “mis más jodidas y sentidas condolencias”. Me siento como un Aladino porque ahora los veo como genios ya que a sus cenizas las han metido en unas botellas que reposarán olvidadas en algún mísero lugar de este planeta misterioso de la misma tierra ¿Quién les iba a poner flores? ¿Sus hijos? Ellos no tienen tiempo, ni se acuerdan o quieren acordarse de ellos ¿Por qué acordarse de unos decrépitos lelos? Si éstos no les dieron su tiempo mientras trabajaban para ganarse la vida que que les dieron, ahora es su turno y les toca también a ellos, pero lo que no saben es que les pasará algo o mucho de lo mismo y los pocos que sí lo sospechan ven muy lejos ese futuro y saben que no hay escapatoria posible. En todo caso y además su dinero ya está bien invertido y lo poco ahorrado con que cuentan es para usarlo para viajar con los niños a los mismos sitios que a ellos los llevaron cuando éstos eran niños. Eso sí, se acordaron muy bien en vender los immuebles y los pocos bártulos que tenían sus viejos. "¿...Y las herramientas?" Preguntó un amigo, "Es que vino el marido de una prima que las necesitaba para su taller y se las llevó todas por un par de pesos verdes." Le contestó el "hijo de...".
Sí, murieron y yo sé que fueron héroes, soy testigo de su trabajo nervioso y preocupado, de su entrega sin miramientos, de las humillaciones que padecieron por no poder pronunciar bien y en quechua el inglés americano, o por mascar con algún acento un " fucking how are you?." Mucho tiempo antes de morir en esta realidad, ellos ya estaban virtualmente muertos entre los vivos; los mismos "vivos" que se encargaron en convertirlos en nadies e invisibles.
Así se quedaron presos por algún dolor mezquinamente interno, immigrante y eterno porque era punzante y no los dejó en paz nunca. Murieron al enterarse sin querer, o esperarlo, de alguna traición reiteradamente perpetrada en una espistola, en la cual se les pedía el immediato y necesario envío de un préstamo, el cuál si se efectuó mas hasta el final de sus días nunca se les devolvió, pero si dio termino a una larga y al parecer miserable amistad.
Murieron por una deslealtad cometida de parte de un compañero de trabajo que les serruchó el piso porque casualmente estaba muy interasada/o en el mismo puesto que ellos ocupaban en uno de esos centros corporativos de enfermedad bien laboral a los que se les conoce como empresas. O murieron por alguna patada repentina que les habrían propinado por la espalda y quizás un poco más abajo, si por el culo, y directamente mandada desde el Perú con todo cariño con las inteciones de herirlos y dejarlos marcados para siempre.
No "pe" primo, a pesar de todas las luces y rascacielos que veas en las películas, galerías y pínturas, los imperios están hechos de mucha mierda, y su canción final es finalmente bien pobre y muy triste. tal vez será el desperdicio del cual sufren todos los imperios o quizás es que somos tan huevonamente inocentes para creer en la música que nos tocan los "emperadores."
Por consiguiente, acá existe mucha mermelada salvaje, es inaudito, están llenas de azúcar las paredes, y lo mismo se inflan los cojudos al colgar sus fotos en todos los muros de las redes.
¿Que crees que siente, tu eccehomo, tu primo, un peruano poeta y creador, un solitario y soñador? No pues para acá no se viene a vivir (aunque muchos creen que sí y que progresan al haberlo hecho) sino se viene para morir, ya lo dijo así la gran poeta puertoriqueña Doña Julia de Burgos, quien irónicamente murió tan joven pisando una desgraciada cáscara de plátano en una maldita calle por acá en tus Nueva Yores. Déjame repetirlo: ¡Maldita sea esa calle!: Ahora ¿Entiendes lo positivo que estoy y soy?
Sí exactamente, mucha gente por aquí dizque y afirma que está viviendo bien pero todo parecería indicar que no es así como nos lo cuentan. Claro si están viviendo esas "fases" de aculturación y muchos se están comiendo sus mismas feces de "éxito" y sus experiencias de "triunfadores." Se les aprecia bien llenos de arroz con arrogancia e ignorancia a los carajitos y cagones; sobre todo cuando se les ve vestidos con su pantalones vaqueros de burro.
Tal vez, estén pensando que son la máxima malta helada de Nasca o de Paita; o sea que, se sienten sabrosos porque les parece que están logrando el mejor de los partidos, o porque pueden comprar sus tabletas y tienen sus televisores de pantalla plana de altas resoluciones; o porque han obtenido mejores ofertas de trabajo o alguna que otra fementida beca de estudios. Se saben ganadores porque tienen tarjetas de plástico llenas de crédito o mejor dicho de deudas. ¿A ver si me captas? En todo ese “intercambio” o cambalache algo material e inmaterial se va perdiendo estúpida, fatal, y simultáneamente.
Eso que se pierde y permanece casi siempre desapercibido para muchos, es algo que no tiene precio, no conoce de tiempo, ni espacios, ni fronteras, es y hay más, nadie lo podrá jamás comprar... Aunque las apariencias, cuentan, o son muy importantes, mayormente para la mayoría de la gente, y aunque se sabe que éstas engañan, parece que el deseo por el poder está muy por debajo del sentido común y se convierte en necesidad para los necios. La ambición está en querer poseer huevonamente cada día más. Se siente que la felicidad es electrónicamente digital y genital.
Muchos creen que el triunfo y el saber solamente se obtienen al contar con más relaciones adecuadas; connecciones con gentes que tienen dinero y poder pero que general y realmente son inhumanas. Siempre he oído decir, “no es lo que sabes, sino es a quién conoces.” Todo esto es simplemente real, hechos que existen porque se dan, y se dan en una sociedad hiperrealista, se dan por cada “rata,” a cada rato, y por todas partes, pero si es así no debería ser así y yo, por todo, a lo que he presenciado, comprobado, y estudiado, haré todo lo posible por combatir pacífica y decídidamente estas conjeturas de las extremadamente amargas experiencias que muchos compatriotas han sufrido en un pueblo extraño de extraños de extrañas vicisitudes y costumbres; así que aunque parecería que lo bueno está por afuera del Perú, y aún así lo fuera que te aseguro no lo es; te diré y repitiré aunque ya te lo sepas, que éste no es el camino, ni menos un sueño, es la manera en que un imperio más logra su libertad, el éxito, y/o la prósperidad pero vuelvo a repetir, no debería serlo; la historia aunque está escrita si se ha leído no se ha aprendido, siempre se los diré por más poderosos que se crean o sean, y aunque concomitantemente el mismo poto les arda y los cojones les duela.
Escrito en Nueva York, 2015
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