John M. Kennedy
[1]
¡Acabo de recibir tal impacto!
que hizo explotar mi corazón como un cristal
en cientos de miles de millones de pedazos.
Fue tal la gravedad de aquel dolor
que estos mismos pedazos me descompusieron
en miles de millones de trillones de partículas.
Me sentí como la mera sustancia de la sustancia vivída,
y es la hora en que se están escondiendo en mis memorias
apareciéndose esparcidas por unas 140 billones de galaxias.
Soy como la parte que no encaja en esta singularidad enferma
No hay dimensiones cuando no hay sinceras emociones
Cómo pudiera sentir ser nada dentro de lo que es menos que la nada.
Porque ya fui destrozado y aniquilado a golpes
desde mis abismos más ignotos e internos
pasé por ser cada uno de mis egos pero ya no sé quién soy
Me perdí entre tantos y tontos misérrimos látidos.
Al caído, le volvieron nuevamente a caer todos y con todo
Se les unieron las desgracias, las ojeras, y las tormentas,
Le dieron una lección brava a este barro sangriento y malherido,
Hasta su propio amor le pegó una sentencia a capella
Usaron el odio más intenso, las noticias más estúpidas
¡Qué duro son los medios! para darme así al unísono,
Hay más allá de cualquier rincón otro dolor que deberá de ser peor
el mío ya se quedó estático en todo mi cuerpo y yace en mi mente
Es como una nube y mis memorias la hacen parte de este presente.
Soy la materia de esas nubes rocosas y dolorosas
habito en la faja öpik-Oort con personas yertas, frías, y pesadas,
Soy todo ese material de nuestras vidas con un amor eterno.
[2]
¡Disculpa, pero es así como se formaron los planetas!
y las estrellas y la nada… ¡y el todo!
El todo y la nada se hicieron
en una parte infinitesimal
de un despampanante y alucinante tiempo
del cual, todos creemos, se desprenden
cada uno de esos eternos y galopantes segundos.
Si, es así como a veces nos suceden los universos,
…los planetas,
…las supernovas…
y porqué no, la energía negra
y también hasta la mismísima antimateria.
Disculpa, pero es así como se formó
lo poco que sabemos
… y lo mucho que ignoramos.
Solamente emanan del dolor producido por aquellos inesperados contactos,de mentes agonizantes y concientes
pero destrozadas por el olvido de un amor
y el despecho de un instante.
Soy tierra seca,
y me encuentro girando casi muerto
entre todos los planetas,
cada partícula mía me desgarra
desprendiéndome y esparciendo mi olvido,
por todo este incierto universo
Por lo poco que me queda ya
de mi magra existencia.
Desde este recobijo muy hondo que ofrecen
mis pobres lamentos y tal vez, algún día tú,
con esos tus ojos azules, me acompañarás
Sabrás de qué se trata esta mi queja mal hervida
la verás entre mis cenizas o entre la misma arena
Desde mi calva calavera; o entre una luz azul y roja,
sentirás todo mi ya apagado fuego,
con ese mismo negro carmín de olor a féretro
con que mi dolor adorna hoy mis pensamientos
Me reconocerás la voz tú,¿quién sabe? Amada mía
Entenderás finalmente el lado humano exacto.
Sí, bueno quizás, algún día me releerás, tú, mi eterna rosa
y comprenderás entonces que el amor es causa de todas las cosas
y cual fue la verdadera causa que por nuestra libertad me hizo escribirte esta prosa solamente para ti y en esta precisa hora.
John Manuel – JMK.
Miércoles, 20 de julio de 2005
@ 12:26:56 p.m.